Sobreviviendo a una cancelación de vuelo
- M. Fernanda Chaves
- 4 dic 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 ene 2019
Ya no falta nada, estás en el aeropuerto esperando por ese vuelo que compraste hace meses y de repente..."Ladys and gentelman, les comunicamos que su vuelo ha sido CANCELADO". Sí, cancelado. Pero prepárate, esto recién empieza.

Cuando uno mira las películas y ve al enamorado comprando un vuelo de último momento para viajar con su amada, resulta romántico. Cuando uno ve trescientas personas desesperadas por encontrar un vuelo a último momento, la escena pierde el romanticismo.
En diciembre de 2016, más específicamente el 25 de diciembre (Si, compré un pasaje en Navidad) decidí emprender uno de los mejores viajes que tuve la oportunidad de hacer. Me fui tres meses a Europa sola. Pero el 25 las cosas no salieron muy bien, terminé saliendo el 26.
Hasta la hora del embarque el vuelo estaba en perfectas condiciones. Salía a horario y no había inconvenientes, o eso pensábamos. 14:30 nos anunciaron que tendríamos quince minutos de demora por una especie de controles que debían realizarle al avión. En ese momento uno piensa que son chequeos de rutina, pero el retraso se hacía cada vez más largo. 14:40, 15:30, 16:00, 16:30, íbamos a las 10 de la noche. A las 17, por fin, alguien vuelve a hablar por el alto parlante: "Señoras y señores les comunicamos que el vuelo XXX de Iberia con destino a Madrid, España ha sido cancelado".
ACÁ ES DONDE EMPEZÓ EL VERDADERO CAOS.
Gente amontonada en un mostrador intentando encontrar oídos que escuchen y bocas que dieran respuestas. Empleados confundidos, apretados entre la gente, sin respuesta alguna. Había que ir a buscar el equipaje y tratar de encontrar un vuelo a destino los más rápido posible. Una hora más tarde, con mochila en mano intenté correr en busca de mi pasaje, pero no podía encontrar el mostrador.
CONSEJO: Si cancelan tu vuelo y tenés que ir a buscar otro, seguramente tengas que ir al mostrador 82. ¿Por qué justo ese? Simplemente porque se encuentra donde nadie los vé. Está dando la vuelta al 81, escondido de toda la gente que lleva la misma ilusión de viajar que vos en un principio.
Cómo el mostrador está escondido, me costó tiempo encontrarlo, y una vez ahí tenía todo el avió por delante. CUATRO HORAS tardé en llegar al mostrador. Y, lógicamente, ya no había vuelos para ese día. En todas la horas que estuve esperando, la empresa solo nos dio un vaso de agua. Finalmente, me dieron un vuelo para el día siguiente, pero ya había perdido toda la navidad en el aeropuerto.
La empresa me pagó el remís a casa y el de vuelta al aeropuerto. A quienes no podían volver, les pagaron una noche en un hotel cercano. Al día siguiente pude viajar a España, pero con escalas, y al llegar tuve que esperar la valija porque no habían podido hacer el pase ya que el intervalo entre vuelo y vuelo era de menos de dos horas.
Un tropezón no es caída, y un atraso en el vuelo no puede arruinarte nunca un viaje.
Si viajás con IBERIA y te pasa algo parecido, la queja debe hacerse, yo la hice en todos los aeropuertos donde paré y no tuve respuesta. Pero hay abogados que se encargan del tema y hasta te pueden devolver la plata en un nuevo pasaje. Tus derechos como pasajero de avión los encontrás acá.
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